Cuando el ordenamiento del tránsito en Junín dependía de las garitas en las esquinas

Las bicicletas, en el Junín del 1950, al igual que hoy las motos, eran a las que se les apuntaba con el dedo acusador
Roque Sáenz Peña en el ayer. Foto extraída del sitio "Si sos de Junín no podes olvidarte de...!!! (Facebook)
Dice el diario LA VERDAD en su edición del miércoles 19 de noviembre de 1952: "Las autoridades municipales, por intermedio de su Inspector General, realiza una obra encomiable para regularizar el tránsito en la ciudad.
El celo demostrado por sus inspectores y la acción vigilante de la Policía que regula la velocidad y cruce de los peatones y vehículos desde las útiles garitas ubicadas en las bocacalles son una seguridad que ampara vidas y haciendas, ordenando el estacionamiento de vehículos, la adopción de la mano derecha como "mano" para la circulación y otros detalles.
Los transeúntes, acostumbrados a cruzar la calle sin advertir primeramente la presencia del peligro, las bicicletas que circulan en caravanas después de la salida del trabajo, el automotor que trata de aventajar al que va adelante sin mirar por el espejo retroscópico que otro vehículo lo sigue y los mil detalles que convierten a la calzada en un riesgo permanente, deben ser objeto de una atención permanente.
Las bicicletas, principalmente, en filas nutridas que más bien parecen un ejército civil en despliegue de fuerzas (¡¡vaya comparación!!) usan la cómoda pista de las calles pavimentadas, sin atender a las indicaciones de agentes de policía y aún de los mismos transeúntes porque sus propietarios se adueñan de la calzada indiferentes y despreocupados.
Creemos oportuno recordar que el cumplimiento fiel de la ordenanza de tránsito municipal no significa únicamente una restricción al uso de las calles sino que es una legislación prudente que conviene a toda la población, porque la calle es patrimonio de todos los ciudadanos, sin privilegios ni abusos".













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