Marcilla en el recuerdo: Gran Premio del Sur 1942

Artículo publicado por el diario La Verdad el domingo 5 de abril de 1953. La participación en el Gran Premio del Sur 1942 donde también intervino otro juninense Esteban Gutiérrez.




Al comenzar el mes de diciembre de 1941, comenzaron también en nuestra ciudad los comentarios sobre las posibilidades que asistían a Eusebio en esa gran carrera que se
denominaría Gran Premio del Sur 1942. pero si siempre nuestro público demostró interés por este tipo de jornada mecánica, en la ocasión el mismo se vio marcadamente levantado porque aparte de Marcilla tomaría parte también Esteban Gutiérrez, al comando de un flamante Ford V 8 (como el de la foto), adquirido mediante el aporte popular. 

(VER CLASIFICACION POR ETAPAS DE LA COMPETENCIA)

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Para propiciar la participación del "mocho", que correría acompañado por Luis Milanese se formó una comisión que estaba integrada por el comerciante local José A. Di Marco, Dr. Rufino Eguren, Horacio Pierro, Genaro Guerriero, Edgardo Di Marco, Alberto Haylli, Raúl Azpelicueta, G. Gioia, Dr. Quattordio, E. Horane, F. Fluttaz, Dr. R. Cura, R. Chiesa, A. Peretti, J. Bastarreix, O. Blanc, R. Salinas, S. Mattiazzi, J. Pomposiello y F. Salzarulo.


Mucho trabajaron estos hombres y los otros deportistas que seguían colaborando en forma decidida para que Eusebio continuara su actuación con la mecánica de carretera. Mientras Gutierrez y Milanese, siguiendo los consejos de Arturo Krusse habían dejado de fumar y observaban un estricto regimen alimenticio, Marcilla, acompañado por Fangio e Iraizos, partió para el reconocimiento de la ruta.

Antes de ello fueron motivo de calurosos agasajos tales como el verificado en la confitería "9 de Julio" de don Angel Puricelli y la cena posterior en el hotel hómonimo. A su regreso y poco antes de emprender viaje rumbo a Mercedes, desde donde sería largada la carrera, el sr. Marone realizó en su domicilio particular una cena a la criolla a la que concurrieron como invitados especiales Marcilla, Salem, Gutiérrez y Milanese.

La extraordinaria expectativa que había provocado el paso de los volantes por nuestra ciudad, quedó ampliamente documentado por el cálido auspicio que le prestó el público.

Desde temprana hora, núcleos de aficionados emigraron hacia diversos puntos de la ruta. A medida que se acercaba la hora calculada para el paso de los competidores, fue cada vez más nutrida la concurrencia de pública y a las 9 horas el aspecto que ofrecía la ruta desde el puesto de control hasta la primera curva en la finalización de la avenida era impresionante.


Exactamente a las 9.23 cruzó por el control el número 1 de T. Taddia que fue el primero en largar desde Mercedes. Lo seguían Cástulo Hortal, Fernando, Blas Novoa, Iraizos, Blanco, Gálvez, Marimón, Pascuali, Cotello, Garbarino, Fangio, Heredia, Musso, Hernández y Marcilla.

El paso de Eusebio se registró a las 9.42 y el público le tributó una larga y sostenida ovación que el piloto y su acompañante agradecieron levantando la mano por la ventanilla de su coche.

En las inmediaciones del cementerio nuevo (Del Oeste por avenida Intendente de la Sota), Eusebio pasó espectacularmente a Rosendo Hernández con una maniobra que electrizó a quienes la presenciaron.


El coche número 19 que piloteaba Eusebio Marcilla
en el Gran premio del Sur 1942, accidentada
carrera que obligó a desertar a la mayoría
 de los participantes.
En la primera etapa, cuyo recorrido
tocaba nuestra ciudad,
 Marcilla obtuvo un brillante cuarto puesto.
Por su parte, el otro juninense, Esteban Gutiérrez, traspuso el control a las 10 horas 26 minutos. En las inmediaciones del almacén "El Eucaliptus" volcó espectacularmente el coche piloteado por Pedrazzini, cuando corría a más de 150 kilómetros horarios. A raíz de los desperfectos, el corredor que salió ileso del accidente debió hacer abandono de la prueba.

Por tiempo, los primeros clasificados hasta nuestra ciudad fueron los siguientes: Blas Novoa 1h 38m 46s / Alfredo Pian, 1h 19m 18s / A. Perazzo 1h 19m 20s / Fangio 1h 20m 23s / C. Hortal 1h 20m 45s y Marcilla 1h 21m.

Ante las aclamaciones de millares de aficionados cruzó la meta en General Pico el coche de P. Iraizos, a las 12h 34m Posteriormente lo hicieron Taddia, Fernandino, Gálvez, B. Novoa, Fangio, Garbarino y MARCILLA.

Realizados los cómputos correspondientes la clasificación de la primera etapa fue la siguiente: 1) O. Gálvez 4h 28m 58s 2) P. Iraizos 4h 29m 05s, 3) Fangio 4h 29m 44s 4)MARCILLA 4h 31m 11s.

Esteban Gutiérrez acompañado por Luis Milanese se clasificó en el 33er puesto con un neto de 5h 18m 53s.

Traeremos a colación en estos recuerdos la nota realmente original por su expresión que proporcionó la multitud que en las inmediaciones de nuestra ciudad presenciaron las alternativas de la carrera.

Pareció como un rápido contacto hubiera electrizado de júbilo a todo ese enjambre humano que cubrió literalmente los lugares. Fue una exteriorización espontánea, amplia y sincera ante la seguridad de que nuestros corredores tratarían de afirmarse al volante con toda su voluntad para no defraudarnos. 

Delirante el entusiasmo que daba una demostración más de simpatía a Marcilla, Salem. Gutiérrez y Milanese, el cuarteto juninense que con sus afanes juveniles buscó en esa jornada épica del automovilismo argentino, una nueva gloria para nuestro consagrado deporte.


Emocionante el espectáculo y vivificante por su hondo contenido sentimental, provocó en todos los ámbitos un aletear de pañuelos, un agitar simultáneo de brazos y manos, y un estruendo de aplausos que encerraban centenares de saludos y augurios. No hubo regateos ni equivocaciones. Todo el mundo abrazado en un mismo anhelo, volcó en esas manifestaciones no solamente la satisfacción de verlos compartir las alternativas de la extraordinaria prueba con los ases de la mecánica nacional, sino la ansiedad de verlos triunfar como buenos.

Junín brindó en esa oportunidad a la vista de los forasteros su unidad espiritual jamás desmentida. Apartándose del favoritismo, hizo una paridad en sus fuerzas; dejando sentada una característica que consolida aún más nuestra cultura deportiva. Fue reconfortante ver que para los cuatro muchachos juninenses hubo un mismo comportamiento. Nadie que no fuese arrastrado por un pasionismo enceguecido dio soltura a alguna frase temeraria. Todos, estrechados en una fila de almas que parecía interminable, brindaron por igual a los ocupantes de los coches 19 y 53 sus deseos de buena suerte, quedando en el ambiente tras sus pasos, una ola de optimismo y esperanzas.


NOTA PUBLICADA EL MISMO DIA POR EL DIARIO LA VERDAD RECORDANDO AL PILOTO JUNINENSE
































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